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Nos quedamos en casa: Osvaldo Pocho Abdala

Estuvo relacionado con Argentino a mediados del 70 siendo muy jóven y años después volvíó a recalar en El Cuevero de la mano del Gato Fiore. Jugador, profe, formador y técnico de Liga Nacional A con Olimpia. Un tipo que recuerda con cariño su paso por esta ciudad en el mejor ciclo del basquet de la historia: La previa y el nacimiento de la Liga Nacional de básquet. Radicado en Venado y lleno de experiencias Pocho deja enseñanzas para una profesión de riesgo hecha con pasión y que se pronuncia entrenador 


Recorte de dario con el Argentino de los años 80 en la cancha con piso de mayólicas

-¿Cómo se dio tu llegada a Argentino de Firmat y en que momento?

-Estando en Junín (jugaba en Ciclista, desde a los 18 años y me habían conseguido un trabajo en el banco estuve 2 o 3 años) me sale una oportunidad de ir a jugar a Buenos Aires y como yo quería estudiar conjuntamente con probarme allá donde tenía cabida en algunos equipos de Buenos Aires que me habían llamado podía hacer el ingreso para educación física en San Ferando y quedarme allá pero resulta que estando en la etapa del ingreso  me enfermé y no pude ingresar así que quedé medio derrotado. Me volví a Junín y ahí aparece Omar Valdez que ofrece ir a jugar en Firmat e ir a estudiar a Venado donde todavía no había cerrado la inscripción, visité Firmat mas o menos me entusiasmó el proyecto. Me fui a Firmat, hice el ingreso en Venado, salí bien y quedé jugando y estudiando.

-¿Y a partir de ahí cómo fuiste protagonizando los primeros años en Firmat cuando no existía la Liga Nacional?

-El primer problema de eso es que tengo que pedir perdón –aunque suene risueño-  es que el primer año en Argentino no jugué lo que yo podía llegar a dar porque hacía 4 años que había terminado el secundario y estaba fuera de tono para estudiar para mí era muy pesado el tema porque haber abandonado el banco para estudiar en el barrio y en el club donde había jugado me lo reprochaban, pero en realidad mi vocación era la que tuve, profe de educación física. Era una dualidad entre jugar bien y andar bien con los libros, en el segundo año empecé a andar bien con los libros y terminé muy bien el instituto fui uno de los mayores promedios del instituto de educación física.  El primer año no fue fácil y se vio en el juego, así que me tuvieron paciencia.

-¿En que momento mejoró o se normalizó la dualidad?

-Ese riesgo fue saludable, porque contra todo lo que había dejado me empezó a ir mejor. Más que mejor se empezó a normalizar, esos primeros años en Argentino –no existía la Liga Nacional- eran de liga local y siempre había problemas y ahí fue donde Argentino se separó de la Venadense que fue un salto de calidad por otro lado, después empezaron a venir jugadores. El primer jugador que cayó en ese devenir de la ciudad fui yo, después creo El Negro Dobantón y Cesar Martín para Firmat, para nosotros llegó Raul Primo, Desabado, pero el pionero me tocó ser a mí. No era fácil, era un lugar desconocido pero tuve la suerte de encontrar muchísima gente buena que por este medio agradezco. 
Imaginate que caí nuevito, era la primera vez que traían un jugador de afuera entre la problemática normal de un club que estaba en crecimiento fui ganando amigos. Tengo una secuencia siempre en la cabeza del primer fin de semana que estuve en Firmat, era un domingo al mediodía así que me fui a la plaza porque estaba solo. Pasó un chico que yo lo había visto porque había entrenado conmigo a la noche, no lo conocía  era un juvenil  y me invitó a la casa, me abrió las puertas y me llevó a almorzar ese día. Siempre tengo un agradecimiento especial  por esa familia que es la familia Zanini, yo era un desconocido, hacía menos de 24 horas que me conocían sin embargo me acogieron en su domicilio que iba a estar solo estuve compartiendo con su hermano, el papá y la mamá y hasta me acuerdo que comimos pollo y me enseñaron a abrirlo tipo rana. Es una anécdota que muy pocas veces cuento pero fue una cosa calurosa para una persona que recién llegaba fue espectacular.

Pocho dirigiendo Olimpia en Liga Nacional. Sin cambiar un jóven Chapu Nocioni

"Había terminado de entrenar y era común en mi quedarme tirando al aro un rato mas, era en Ciclista. Aparece una persona que se había quedado sentado en la tribuna sola, hacía un frío bárbaro, me llama, me acerco y era el Gato Osvaldo Fiore que me hizo una propuesta para jugar nuevamente porque se estaba por iniciar algo que se iba a llamar Liga Nacional".


¿Y en que momento comienza a profundizarse el crecimiento del básquet pre Liga Nacional?

El torneo se fue haciendo muy fuerte con la llegada de jugadores en esa época estaban centrados en la Capital por su calidad y después en Bahía Blanca, Córdoba y se hizo un foco importante acá en Santa Fe y en el sur de nuestra provincia. Iba creciendo en calidad había buena cantidad de público, las canchas eran con pisos de mosaicos, tableros de madera pero se había convertido en algo más  importante para la ciudad.
Jugué 3 o 4 años con un último torneo que salimos campeones de la provincia que lo ganamos en la Villa Deportiva. Ahí resolví volverme a Junín, ya era profe estuve cerca de un año medio repartido porque viví unos meses en Europa. Un día estaba en Junín –no me voy a olvidar nunca- había terminado de entrenar y era común en mi quedarme tirando al aro un rato mas, era en Ciclista. Aparece una persona que se había quedado sentado en la tribuna sola, hacía un frío bárbaro, me llama, me acerco y era el Gato Osvaldo Fiore que me hizo una propuesta para jugar nuevamente porque se estaba por iniciar algo que se iba a llamar Liga Nacional.

-¿Y que resolviste porque ya estabas instalado?

-Yo estaba muy bien, no solo como jugador sino también porque estaba de segundo preparador físico de Sarmiento en aquella época Perfumo era el director técnico y estaban jugando en la A. Se dan una serie de cosas, entre ellas cortan a Perfumo y se va todo el equipo técnico y yo me sumé a ellos porque era lo que correspondía. Eso catapultó aún más mi venida a Firmat y más que nada detrás de todo eso que parecía ser algo nuevo y era la Liga  Nacional. Jugué varios campeonatos locales y la transición a la liga hasta que en la mitad tengo una lesión en el talón de Aquiles y no pude jugar porque había que meterla en cirugía. Me quedó la posibilidad de acercarme un poco más a la dirección técnica –ya la estaba haciendo con los chicos- pero me acerco un poco porque tuve que dirigir un par de partidos definitorios porque había fallecido el papá del técnico que era Chicho Porta en aquel entonces. Me fue bien tuvimos suerte y ganamos esos partidos y eso ayudó de alguna manera a clasificar en lo que sería después la liga.

-Hablame de tu trabajo en inferiores en aquella época que incluía juntar cantidad porque no había tanto para trabajar.

-Ya dirigía 3 o 4 años antes de la liga y cuando llegué no había casi chicos, tuvimos que empezar despacito. Calculo que en todo el club había 20 o un poquitito más, teníamos mas que nada problemas de actitud, había que reformar un montón de cosas, fue costoso pero se fue saliendo adelante y creció de tal manera que teníamos divisiones A y B de todas las categorías. Después se hicieron cosas –que yo creo- importantes que eran los Encuentros que cada vez se hicieron mas grandes, inclusive vinieron equipos de Chile, Perú y Uruguay llegando a alojar 300 personas en aquellos momentos, algo que hoy en día sería imposible. Colaboraba todo el club y era otra época yo hacía un sondeo a mitad de año para ver cuantos alojamientos teníamos y ahí nos ayudan todas las disciplinas para alojar chicos, todas colaboraban y la gente mayor iba a un hotel. Ese encuentro se hacía anualmente.  A su vez a medida que iba creciendo lo de los chicos se iba incorporando gente, vino Rodolfo Lista, Carlos Campagna ya era muy difícil llevarlo uno solo y también teníamos nuestro propio utilero. Eso fue muy importante, los chicos tuvieron la posibilidad de ir al exterior, un viaje a Chile. El torneo tenía su razón porque tenía bastante de formativo , el equipo era muy joven. Nosotros teníamos un buen equipo a pesar de la juventud de ese plantel pero tenía mucho de formativo.

-Trabajaste con chicos y después en Venado con Olimpia con los grandes ¿Qué te deja y que te genera cada cosas?

Son tiempos, etapas porque a medida que uno va cumpliendo los años es muy difícil tener la misma sonrisa que tenía uno a los 25 que a los 45 o 50 eso hace que uno tenga que ir cambiando de categoría para ir a una mayor y después por una cuestión de que generalmente se prestigia el valor de lo competitivo jugando con mayores porque no tiene el mismo prestigio que el formador. A mí las  2 cosas me van igual, tal vez me hubiese gustado estar antes en un equipo de grandes porque cuando llegué fue porque me entretuve demasiado con los chicos y ya estaba un tanto desgastado en alguna parte de la actividad. Creo que hoy por eso los técnicos llegan muchos más jóvenes porque para llegar  a dirigir una primera sobre todo en la liga hay que tener una relativa juventud porque es bastante presionado y difícil el tema y si llegás con el caballo cansado no vas a dirigir bien. Te lo voy a definir con una anécdota, me pasó una vez que me vinieron a hablar de un club y el tipo me enseñó algo que no sabía, me dijo –porque yo no quería irme de Argentino- bueno usted no quiere venir y me preguntó ¿En cuantos clubes dirigió? Y le dije dirigí en 3 clubes y ya tenía treinta y pico de años y entonces me dijo algo que me dolió al principio: "no lo conoce nadie". Y tenía razón porque después yo me di cuenta que los ciclos debían ser más corto porque donde fui me quedé mucho tiempo porque me fue bien en el trabajo pero vos con los pibes y estando mucho tiempo con ellos en el mismo club no tenés trascendencia más que en el medio local no te conoce nadie, te tenés que obligar vos mismo a tener períodos más cortos. No se si de 3 o 4 pero  a veces es conveniente cambiar de clubes, en la sumatoria  en Firmat debo haber estado como años, en Ciclista igual o en Sarmiento otro tanto y me pasó cuando fui a Olimpia, fui por la Liga Nacional y cuando me quise acordar después del corte volví  y estuve como 6 años mas.

-Desgastante ser entrenador y encima hablás de cambiar. Todo es un desafío permanente

Lo que ocurre también y que tiene que ver mucho en el valor del trabajo del entrenador, los clubes en realidad nunca tienen proyectos te dicen que si, vamos a hacerlo, presentalo pero del proyecto después te tenés que hacer cargo vos y es tuyo. Los clubes son muy pocos –yo casi no los conozco- los que tengan un proyecto real de club donde te lleven por el proyecto del club ,  si no te piden el tuyo porque tienen una orfandad de ideas bastante importante entonces cuando le das tu proyecto te lo aceptan, con algunos matices y después te lo tiran y ahora hacelo. Eso es otra cosa que uno tiene que tener en cuenta cuando entra a trabajar con chicos, que después se va a tener que hacer cargo del proyecto. En la primera también lo podés llevar pero el que se hace cargo no es tanto el dueño sino el resultado, no interesa otra.
Lo que pasa que el básquet profesional como hecho lucrativo solo es lucrativo para el jugador hoy por hoy, puede ser para el arbitro y para alguno más. Pero lo que es para el club, por el momento creo que significa un gasto por eso han tenido tanta intervención estatal los equipos de liga sobre todo en la A.

-Te sentíste cómodo en un par de lugares y tu carrera se hizo en función de eso y hoy reconocés . que eso lo harías diferente hoy ¿Sos un tipo que priorizó el afecto por sobre la profesión?

Si todo va detrás de una pasión, uno en esto se mete por una pasión. Pero es completamente distinto, lo de los chicos por ahí desde el punto de vista económico pero si desde el punto de vista del afecto es mucho más, aparte si no comunicás con afecto –con los grandes o los chicos- pero sobre todo con los chicos es muy difícil que te vaya más o menos bien. El afecto es imprescindibles sobre todo con chicos, después con los grandes vas detrás dela pasión pero el ya está el sentido mercantil. Lo que pasa  que hoy en día que se ve que los técnicos son mucho más jóvenes –creo yo- tiene que ver mucho con el desgaste en las categorías de liga. Yo te lo decía antes, si vos entrás con 50 años a dirigir liga el éxito tuyo  depende totalmente de los asistentes porque ya sos un tipo más o menos grandes y pasó por estas presiones y no estás mucho. La presión la vas a soportar por experiencia pero tu cuerpo no es el mismo que cuando tenías 30 años.
Con los pibes no hay que confundirse porque uno físicamente puede ser más duradero, hasta los 70 pero te tenés que ir aggiornando  diariamente si querés estar hasta una edad importante porque si no te pasan por arriba porque son mucho más bichos, sobre todo en conocimiento.

-Son otros los pibes de ahora.

-Hoy en día la comunicación hay que tener en cuenta que nos ha igualado, lo que obtenemos nosotros, lo que obtiene el jugador es lo mismo. Antes nosotros teníamos que hacer un montón de guita para hacer un curso que ahora ponés internet y lo hacés o tenés en 24 horas lo último que dijo un técnico de renombre que te puede servir a vos para lo tuyo.
Todo es pasional, para dirigir si no tenés eso no va y después tenés que tener comunicación, la comunicación va mucho con los chicos el afecto que podés despertar. De todas maneras hay que saber darle ese afecto porque si querés durar un tiempo tenés que manejarte prudencialmente.

-Por último ¿Hay ciclos largos cómo entrenador?

-Si vos querés tener un ciclo largo te tenés que manejar muy bien, por lo general van a ser siempre cortos y ni hablar en el básquet profesional es muy difícil uno largo. No digo que no se pueda tener, lo que pasa que si en el medio profesional uno tiene que exigir mucho y ese nivel de exigencia es desgastante para uno, los jugadores y los directivos. Entonces ahí es cuando se hace corto, si vos querés estar en un club mucho tiempo por ahí pasa por llevarse bien con los jugadores o mejor dicho  cambiar de jugadores. No es fácil tener  varias temporadas los mismos jugadores yo siempre veo el proceso de este técnico inglés Alex Ferguson del Manchester que estuvo dirigiendo creo que como 20 años y vos decís ¿Cómo hizo este tipo para durar 20 años? Cuando había un jugador que no le cumplía o interesaba lo cambiaba y no importaba porque cambio jugadores que eran super figuras y el tipo siempre continuaba entonces los jugadores estaban temblando porque el tipo tenía la autoridad para sacarlo.
Lo único que te garantiza un proceso largo van a ser los triunfos y todo lo que digas va a ser verdad

Los Cadetes del 87 de Argentino en Chile 

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